Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán, se declaró culpable este viernes por cargos relacionados con crimen organizado, durante una audiencia histórica en Chicago que podría alterar el equilibrio entre los cárteles mexicanos.
Según informó el diario El Universal, Guzmán admitió liderar una facción del Cártel de Sinaloa y traficar fentanilo y otras drogas desde México hacia Estados Unidos. Además, aceptó colaborar con las autoridades estadounidenses.
Tal como informan medios de comuniciación que estuvieron presente en la audiencia, informaron que Ovidio acordó pagar 80 millones de dólares como parte del trato judicial. También declaró sufrir de depresión y estar bajo tratamiento médico, aunque aseguró que su estado de salud no ha afectado su capacidad para tomar decisiones legales. La declaración ya había sido presentada por escrito el pasado 30 de junio, en la que el acusado renunció a un juicio en Nueva York y aceptó que el caso se resuelva en la Corte del Distrito Norte de Illinois, donde permanece detenido.
Este es el primer miembro del clan de “El Chapo” que admite oficialmente su responsabilidad. Se espera que su hermano Joaquín haga lo mismo próximamente, tras entregarse a las autoridades en julio de 2024. Ambos podrían reducir sus condenas al colaborar con la justicia y brindar testimonio en casos contra otros capos, como Ismael “El Mayo” Zambada, a quien Joaquín presuntamente entregó a las autoridades estadounidenses.
La situación ha intensificado el conflicto interno entre “Los Chapitos” —grupo conformado por los hijos de “El Chapo”— y el ala del cártel que responde a Zambada. Esta guerra, que estalló en septiembre pasado, ha provocado cientos de muertes y podría escalar si los hermanos Guzmán revelan información clave que derive en nuevas capturas o extradiciones.
