Un hallazgo estremecedor sacude a Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua: un total de 381 cadáveres no incinerados fueron descubiertos en un crematorio, según confirmó este domingo la Fiscalía General del Estado de Chihuahua.
Los cuerpos, que presuntamente debieron ser cremados, estaban apilados «como costales de mercancía», describió Eloy García Tarín, portavoz de la Fiscalía, quien calificó la escena como «cruel, triste e inhumana». El hallazgo ha despertado conmoción nacional por la forma en que los restos fueron tratados.
De acuerdo con medios locales, algunos de los cuerpos podrían tener hasta dos años de haber sido entregados al crematorio, por lo que se sospecha que a muchas familias se les entregaron cenizas que no correspondían a sus seres queridos.
¿Crematorio legal o clandestino?
Aunque las imágenes han causado alarma, las autoridades aclararon que no se trata de un crematorio clandestino, ya que los cuerpos estaban identificados y con acta de defunción, informó el fiscal de la zona norte, Carlos Manuel Salas.
El funcionario explicó que no se ha determinado todavía si existe una responsabilidad penal, y que la acumulación de cuerpos podría estar relacionada con una saturación en el servicio. No obstante, la empresa de cremación se encuentra ya bajo investigación.
Este escándalo revive preocupaciones sobre la regulación de los servicios funerarios en México, así como el respeto a la dignidad de los fallecidos y sus familias.