El conflicto entre Israel e Irán ha generado una escalada en los precios internacionales del petróleo, afectando directamente el costo de los combustibles a nivel global.
Esta alza impacta especialmente a economías dependientes de la importación energética, como la de Honduras, donde ya se comienza a reflejar en los precios de venta al público en las estaciones de servicio.
El encarecimiento del combustible tiene un efecto en cadena sobre el costo de productos de la canasta básica y otros bienes, debido al aumento en los costos de transporte y producción. Esto podría agravar la inflación y disminuir el poder adquisitivo de los hogares, especialmente en sectores más vulnerables.
Expertos advierten que, de no implementarse medidas de contención como subsidios temporales, ajustes fiscales o estrategias de diversificación energética, el país podría enfrentar una crisis de precios en los próximos meses.