Este fin de semana Donald Trump cumplió 79 años, de hecho, ya es el presidente de los Estados Unidos más viejo al momento de asumir el cargo, algo que reiterademente se le cuestionó a Biden. Al tiempo que Trump celebró su cumpleaños, una serie de protestas permearon los Estados Unidos bajo el lema de “No tenemos Rey”, haciendo alusión al comportamiento de Trump para imponerse en sus decisiones, y a la historia democrática y republicana estadounidense de contrapesos institucionales.
Curiosamente, las protestas no son lideradas por el Partido Demócrata, que no tiene un líder absoluto después de la derrota de Kamala Harris en las elecciones generales de noviembre de 2024.
El domingo 15 de junio, un poco más al sur, en Colombia, se llevó a cabo la “Marcha del silencio” en honor al precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, que hace una semana sufrió un atentado en medio de su campaña política. La movilización convocó a miles de personas, principalmente en Bogotá y Medellín, y contó la presencia del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, líder del Centro Democrático, al que pertenecía Miguel Uribe, y otros precandidatos presidenciales. algunos que fueron calificados como oportunistas por los colombianos que participaron en la marcha y que se pronunciaron en redes sociales.
Mientras unos aprovechan la situación para “hacer política” en la “Marcha del silencio”, Miguel Uribe sigue luchando por su vida. Así es la política…
Ambos países presentan un contraste político importante. En Estados Unidos Trump llegó al poder en enero de este año como un huracán político, arrasando incluso en las dos cámaras del Congreso. Ese momento ya pasó, y hoy, a menos de seis meses en el cargo, los demócratas pueden comenzar a ver la luz al final del camino, si se ponen vivos. Por otro lado, Petro llegó al poder en el 2022 como el primer presidente de izquierda en Colombia, por lo menos en este siglo, como una esperanza frente a los Gobiernos de derecha que se consolidaron por más de veinte años seguidos. Hoy, se ve más cerca la derecha de volver, que la izquiera de repetir.
Nada es permanente, ni en la vida, mucho menos en la política. Aunque la forma en la que se aprovechan los momentos, sí lo es.