Un nuevo golpe a las estructuras del narcotráfico propinó el Ministerio Público a través de la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) al efectuar la incautación de 230 kilos de presunto clorhidrato de cocaína que iban ocultos en 33 bidones que contenían líquidos utilizados para limpieza de tapicerías y alfombras, entre otros usos.
Tras un trabajo de inteligencia, agentes contra el crimen organizado de la ATIC lograron interceptar el camión con placa TCI 2438, sobre la carretera CA13 a la altura de la comunidad Pueblo Nuevo, Omoa, Cortés, a unos 40 kilómetros de la frontera de Corinto, paso aduanero para Guatemala, hacía donde iba dirigida la mercancía.
De acuerdo a la investigación y seguimiento del caso, el camión salió desde San Pedro Sula, cargado con 240 recipientes con capacidad de almacenaje para cinco galones, 33 de las garrafas iban contaminadas con la supuesta cocaína.
La inspección se realizó en los predios de la Fuerza Naval de Puerto Cortés, quienes prestaron su colaboración en la operación antidrogas, además de la Fuerza de Tarea Maya Chortí y la Policía Militar del Orden Público (PMOP) con sus binomios caninos.