Don Pedro Mancía, padre de Asael (25 años), una de las cuatro víctimas de la masacre reportada este sábado en Sabá, Colón, se mostró consternado ante la muerte del joven, a quien a diario ponía «en las manos del señor».
«En la vida uno no sabe lo que los hijos hacen. Uno de padre es el último que se da cuenta de los problemas cuando ya los fracasos están», dijo don Pedro.