Tras la exitosa ofensiva militar aérea de ayer a la noche, Israel asestó el golpe más duro a Irán en las últimas décadas, eliminando en menos de una hora a toda la cúpula del poder militar y estratégico del régimen islámico, con excepción del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, quien sigue con vida.
La operación, ejecutada con precisión quirúrgica, apuntó a los principales centros de comando y control del aparato bélico iraní, desde las instalaciones de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) hasta unidades aéreas y terrestres especializadas.
