Lo que parecía una historia de terror terminó siendo una tragicomedia digna de novela, luego de que la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) capturara a un hombre de 64 años que fingió su propio secuestro para sacarle 100 mil lempiras a su familia y huir con una mujer.
El supuesto “secuestrado” no estaba atado, ni encerrado, ni bajo amenaza. Estaba vivito, coleando y soñando con una nueva vida amorosa lejos del drama familiar.
A raíz de las investigaciones se descubrió que todo fue un montaje planificado cuidadosamente por el anciano y un cómplice de 35 años, quienes realizaron llamadas a los familiares exigiendo el dinero del supuesto rescate.
El hecho se reportó el pasado 10 de abril, cuando la familia del agricultor originario de Belén Gualcho, denunció su desaparición. Al día siguiente, comenzaron a recibir llamadas en tono dramático donde los supuestos secuestradores pedían la fuerte suma de 100 mil lempiras para su liberación.
Sin embargo, el drama se cayó a pedazos cuando los agentes llegaron a la aldea El Higuito, municipio de San Francisco del Valle, donde el “secuestrado” fue encontrado en perfecto estado, sin un rasguño y, según fuentes, con la maleta casi lista.
Durante la interrogación, el sexagenario confesó sin rodeos que todo era parte de un plan para huir con una mujer y dejar atrás sus deudas y responsabilidades.
Además, se informó que su cómplice actuaba como intermediario y se encargaba de hacer las llamadas extorsivas a la familia.
Ambos fueron requeridos por el Juzgado de Letras Departamental de Ocotepeque bajo cargos de simulación de infracción inexistente, de acuerdo con el artículo 529 del marco legal hondureño.
Porque aunque el amor sea ciego, la ley no lo es. Y esta vez, el plan de este “Romeo de rancho” terminó en manos de la justicia.