Siempre hay más que fútbol en un partido de futbol. La historia la protagonizó la selección de Palestina, equipo que vio esfumarse su sueño mundialista por culpa de un muy polémico penalti que ha dado la vuelta al mundo.
El combinado del territorio palestino tenía pendiente el último partido de la fase de grupos de la clasificación asiática para el Mundial de Estados Unidos de 2026. Su rival, la selección de Omán, colocada tan solo un puesto por encima —dentro de las posiciones que daban acceso a la repesca— con un mísero punto más.
Ganar o ganar. No cabía otra opción para once hombres que sostenían la única esperanza de los miles de personas amedrentadas por las bombas israelíes en un partido con un destino fatal.
El combinado palestino lideraba el choque gracias a un solitario tanto de Kharoub en el 47′, gol que encontraría la respuesta rival en el minuto 97. Llegó de la peor manera posible, con un dudoso penalti señalado fuera de tiempo en un centro al área de Omán. Lo convirtió Issam Al Sabhi y sonó el pitido final. Se acabó una de esas bonitas historias que siempre animan el alma del aficionado animado a encontrar algo más que goles y títulos en el deporte rey.
La repetición lleva a cualquier aficionado neutral a la rabia pura y a los omaníes, muy seguramente, a retirar la mirada de manera incómoda del televisor en la repetición.
Las respuestas de indignación por redes se contaron por miles. Nadie aseguraba a Palestina triunfar en la repesca, pero solo el hito de alcanzar la posibilidad de luchar por ello ilusionaba a muchos. La devastación de los jugadores se sintió en los corazones de aficionados a fútbol de todo el planeta.