El Papa León XIV reafirmó este martes que la Iglesia Católica “siempre defenderá el sagrado derecho a creer en Dios” y que la vida humana “no está a merced del poder de este mundo”.
Durante su discurso ante los representantes pontificios en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Sumo Pontífice agradeció su labor diplomática y pastoral ante los Estados y organismos internacionales.
En su mensaje, León XIV reflexionó sobre el papel de la Iglesia en un mundo herido por la desesperanza, inspirándose en el pasaje bíblico de la curación del paralítico narrado en los Hechos de los Apóstoles.
A través de esta escena, el Papa subrayó la necesidad de mirar a las personas con compasión y construir relaciones basadas en la dignidad humana y la fe, destacando que el verdadero ministerio de Pedro, y de sus representantes es “crear relaciones y tender puentes”.
El Pontífice concluyó su intervención exhortando a los representantes a ser “la mirada de Pedro” en cada rincón del mundo, recordándoles que su misión es llevar esperanza a quienes la han perdido.
“También hoy, la Iglesia encuentra a menudo hombres y mujeres sin alegría, que la sociedad ha marginado”, advirtió, llamando a servir con humildad, fe y compromiso.