Una hondureña falleció luego de ser atacada por una serpiente barba amarilla cunado realizaba labores agrícolas en una finca de palma africana en el municipio de Jutiapa, departamento de Atlántida, al norte de Honduras, el pasado sábado 7 de junio, según reportes de medios locales.
La víctima, cuya identidad aún no ha sido confirmada por las autoridades, fue mordida por la víbora mientras trabajaba en una zona rural. Imágenes difundidas en redes sociales muestran el cuerpo de la mujer tendido en el suelo sin signos vitales, mientras compañeros de trabajo exhiben a la serpiente responsable del ataque.
Se presume que la mujer falleció casi de inmediato debido al potente veneno de la Bothrops asper, nombre científico de la especie, ampliamente reconocida como una de las serpientes más letales en Centroamérica.
Aunque algunos usuarios en redes han cuestionado la rapidez con la que ocurrió el deceso, expertos aseguran que sin atención médica inmediata, la mordedura puede ser mortal.
Las autoridades sanitarias insisten en la importancia de acudir rápidamente a un centro médico en caso de mordedura. Además, recomiendan no cortar la herida, no succionar el veneno ni aplicar torniquetes. El tratamiento adecuado consiste en la aplicación del suero antiofídico, que debe administrarse lo antes posible para evitar complicaciones graves como hemorragias internas, necrosis o incluso insuficiencia renal.