Al menos 47 personas resultaron heridas por disparos durante un ataque en un centro de distribución de ayuda humanitaria en el sur de la Franja de Gaza, confirmó este miércoles Ajith Sunghay, jefe de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en los Territorios Palestinos.
Según fuentes en el terreno, los disparos habrían sido realizados por fuerzas del Ejército israelí, aunque Sunghay aclaró que no se ha podido confirmar oficialmente la muerte de civiles, pese a que el Gobierno gazatí reporta al menos tres fallecidos.
Reparto de alto riesgo
El hecho ocurrió el martes en un punto de reparto gestionado por la organización estadounidense Gaza Humanitarian Foundation (GHF), respaldada por Israel y formada por exmilitares y empresas privadas de seguridad. La ONU cuestiona la neutralidad de este mecanismo.
«Es un ejemplo claro del peligro de distribuir comida en las condiciones actuales», afirmó Sunghay en rueda de prensa.
Añadió que la mayoría de la población de Gaza no puede acceder a esa zona de reparto, situada en el extremo sur del enclave, lo que acentúa el caos humanitario.
Una fundación polémica
La GHF fue anunciada en mayo por el Departamento de Estado de EE.UU., y desde entonces ha sido objeto de críticas por parte de Naciones Unidas, que se ha negado a colaborar con ella, señalando su falta de neutralidad, el riesgo de desplazamientos forzados y la insuficiencia de la ayuda distribuida.
La controversia escaló el domingo pasado, cuando Jake Wood, exmilitar y fundador de la organización Team Rubicon, renunció a la dirección de GHF al asegurar que el grupo no puede operar bajo principios humanitarios básicos como humanidad, independencia y neutralidad.
El Washington Post informó que John Acree, exfuncionario de USAID, fue nombrado director ejecutivo interino, aunque aún no está claro quién asumirá el liderazgo definitivo de la fundación.
Crisis humanitaria se agrava
La ONU ha condenado en repetidas ocasiones el bloqueo israelí que durante casi tres meses ha impedido el ingreso fluido de ayuda a Gaza. La situación actual se agrava con este nuevo incidente, que evidencia los riesgos extremos que enfrenta la población civil al intentar acceder a insumos esenciales como comida y medicinas.
