La Policía de Nueva York ha incrementado la vigilancia en sinagogas, instituciones culturales, sedes diplomáticas y otros centros judíos luego del asesinato de dos empleados de la embajada de Israel en Washington, ocurrido la noche del miércoles.
El alcalde Eric Adams anunció la medida tras reunirse con líderes religiosos para condenar lo que calificó como un «acto depravado de terrorismo».
Las víctimas, un hombre y una mujer empleados de la Embajada de Israel en Estados Unidos, fueron asesinados a tiros frente al Museo Judío de la Capital, en Washington D.C., mientras se celebraba un evento organizado por el Comité Judío Americano (AJC). Las autoridades confirmaron que hay una persona detenida, aunque la investigación sigue en curso.
Aunque la policía de Nueva York indicó que no hay vínculos conocidos entre el atacante y la ciudad, Adams explicó que se ha desplegado personal adicional como medida preventiva.
“Equipos de armas pesadas están ahora en instituciones culturales y templos judíos. También reforzamos la seguridad de sedes diplomáticas”, dijo el alcalde.
El aumento de seguridad también responde a un patrón de tensión creciente desde el 7 de octubre de 2023, cuando estalló la guerra entre Israel y Hamás tras un ataque masivo del grupo islamista palestino.
Adams alertó sobre el crecimiento de la propaganda antisemita disfrazada de activismo, y afirmó que el comisionado de Contrainteligencia monitorea las redes y conversaciones, mientras que el comisionado de policía garantiza el despliegue necesario para proteger a la comunidad.
“La violencia no tiene cabida en esta ciudad. La comunidad judía se siente atacada, y los datos de crímenes de odio lo respaldan”, enfatizó el mandatario.
Nueva York alberga la segunda población judía más grande del mundo, después de Tel Aviv, lo que convierte a la ciudad en un punto sensible en momentos de alta tensión internacional.