El pasado 19 de mayo, las autoridades del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) le dieron captura en Virginia, Estados Unidos, a un hondureño acusado de intentar ingresar de forma irregular a una menor con fines laborales; según el informe, el propósito era que la menor cuidara de sus hijos.
Se trata de Luis Alonzo Argueta, de 35 años, quien es acusado de financiar y pagar el viaje de la menor de quien se desconoce identidad y lugar de procedencia.
Según una investigación del ICE, en colaboración con otras autoridades, la menor no llegó por su cuenta, sino que fue trasladada con apoyo económico del detenido, versión que fue confirmada por la misma menor.
De acuerdo con la información, el pasado 3 de mayo, agentes de la patrulla fronteriza detectaron a la joven hondureña sola, asustada y sin documentos en Santa Teresa de Nuevo México.
Con tan solo 17 años, cruzó ilegalmente la frontera como muchos menores que huyen del país con la esperanza de encontrar un mejor futuro, pero esta historia se convirtió en algo que no se da comúnmente.

Interrogatorio del plan
Durante el interrogatorio que realizaron las autoridades, Luis Argueta no negó su participación de la coordinación del viaje de la menor.
Su objetivo era que la menor llegara a cuidar a sus propios hijos; sin embargo, no existe vínculo legal entre ambos.
Por otro lado, para las autoridades del Distrito de Nuevo México, el caso no solo se convierte en una violación de las leyes migratorias, sino que también se da a conocer como algunas personas usan el estatus de Estados Unidos para sacar beneficio de la desesperación ajena.
Peligrosidad de menores en la frontera
En un año miles de menores hondureños que viajan no acompañados por sus padres cruzan la frontera en busca de un mejor futuro.
No obstante, no todos corren con la misma suerte, muchos se enfrentan a la trata, explotación o abandono, crímenes que según autoridades, son ejecutados muchas veces por conocidos o familiares.
En otro contexto, Alonso Díaz, enfrenta una acusación de conspiración por el delito de transportar a una menor hondureña, el delito le podría costar hasta 10 años de prisión, mientras tanto la mejor seguirá bajo custodia de las autoridades de protección infantil.
Para muchos menores el sueño americano se convierte en una pesadilla en su vida, pero para el caso de Argueta la necesidad se convierte en excusa.