La Plaza de San Pedro se convirtió este domingo en el epicentro de la diplomacia mundial con la presencia de casi 200 delegaciones internacionales que acudieron a la misa de entronización del papa León XIV, primer pontífice estadounidense de la historia.
El nuevo obispo de Roma, de 69 años, dio inicio formal a su pontificado diez días después de su elección por el colegio cardenalicio el pasado 8 de mayo. Robert Francis Prevost, nacido en Chicago y nacionalizado peruano tras más de dos décadas como misionero en el país sudamericano, recibió el anillo del pescador en una ceremonia cargada de simbolismo ante una multitud de fieles y líderes mundiales.

La elección del primer papa estadounidense generó un notable entusiasmo en su país natal, que estuvo representado por el vicepresidente JD Vance, converso al catolicismo en 2019, y el secretario de Estado Marco Rubio, de origen cubano y también católico. Cabe destacar que Vance fue el último dirigente internacional en ver al papa Francisco, el Domingo de Pascua, la víspera de su fallecimiento el 21 de abril.

La representación latinoamericana fue especialmente significativa, con la presencia de cuatro jefes de Estado: la presidenta peruana Dina Boluarte, y los presidentes Gustavo Petro de Colombia, Daniel Noboa de Ecuador y Santiago Peña de Paraguay. Este despliegue subraya los fuertes vínculos del nuevo pontífice con América Latina, región donde vivió durante décadas y de la que obtuvo la nacionalidad peruana.


Europa mostró su respaldo al nuevo líder de los 1.400 millones de católicos del mundo con una nutrida presencia. Entre las figuras más destacadas se encontraban el presidente ucraniano Volodimir Zelensky, la primera ministra italiana Giorgia Meloni y el nuevo canciller alemán Friedrich Merz. La Unión Europea estuvo representada al más alto nivel con la presencia de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo.

Europa mostró su respaldo al nuevo líder de los 1.400 millones de católicos del mundo con una nutrida presencia. Entre las figuras más destacadas se encontraban el presidente ucraniano Volodimir Zelensky, la primera ministra italiana Giorgia Meloni y el nuevo canciller alemán Friedrich Merz. La Unión Europea estuvo representada al más alto nivel con la presencia de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo.

Canadá envió al primer ministro Mark Carney, completando así la representación norteamericana junto a la delegación estadounidense.
