La sociedad hondureña ha despertado las alarmas ante circulación de proyectos que se desarrollan en la Zede de Roatán.
Según lo que se ha informado, trabajan con «Chips» incrustados en el cuerpo, y trabajan con células madres provenientes de la menstruación.
Según ha dado a conocer Jorge Colindres, este es un ecosistema de emprendedores a través de quienes captan inversión en estas Zedes.