Por primera vez desde el inicio de la guerra, negociadores de Rusia y Ucrania se sentaron cara a cara este viernes en Turquía, en una reunión que, pese a las bajas expectativas iniciales, terminó con un avance concreto: el acuerdo para intercambiar 1.000 prisioneros por cada bando en los próximos días.
Las conversaciones, que duraron una hora y 40 minutos, estuvieron mediadas por el gobierno turco y se centraron en la exigencia de Ucrania de declarar un alto el fuego antes de avanzar hacia una negociación de paz sustancial.
Pese a no alcanzarse una tregua, ambas partes se comprometieron a presentar propuestas concretas sobre un posible cese de hostilidades en futuras reuniones.
El asesor del Kremlin, Vladimir Medinsky, aseguró que su equipo retiró la exigencia de que Ucrania pida una cumbre directa entre Putin y Zelenski, pero no se comprometió a organizar dicho encuentro.
Del lado ucraniano, el ministro de Defensa, Rustem Umerov, confirmó el diálogo sobre el intercambio de prisioneros, el alto el fuego y la posibilidad de una cumbre entre los mandatarios.