Cuando el Papa Francisco visitó Belén en Cisjordania ocupada por Israel en 2014, recorrió el lugar de nacimiento tradicional de Jesús en un popemóvil blanco fabricado especialmente para su visita.
Ahora, el vehículo está siendo transformado en una clínica móvil para tratar a niños palestinos enfermos y heridos en la Franja de Gaza, una iniciativa que el Papa Francisco bendijo en los meses antes de morir.
Aunque la clínica solo atenderá a un número limitado de palestinos en Gaza, la participación personal del Papa Francisco en el proyecto reflejó su compromiso con los civiles palestinos atrapados en el fuego cruzado entre Israel y Hamas, especialmente los niños, en más de 18 meses de guerra.
“¡El papamóvil es un signo muy concreto de que el Papa Francisco se preocupa por todo el sufrimiento de los niños en Gaza, incluso después de su muerte!” dijo el cardenal Anders Arborelius de Suecia en un correo electrónico el lunes.
La idea de recrear el papamóvil como una clínica de salud provino de líderes de Caritas, una organización católica, y el cardenal Arborelius se acercó a Francisco con ella. El cardenal sueco es un candidato a convertirse en el próximo papa después de Francisco, quien murió el 28 de abril.
El papamóvil, un Mitsubishi convertido, fue donado por el presidente Mahmoud Abbas de la Autoridad Palestina para la visita de Francisco. Fue entregado a la orden franciscana después, y luego a Caritas después de que Francisco bendijera su uso en Gaza.
En noviembre de 2024, representantes de Francisco dijeron que acogió con satisfacción la iniciativa, según dos cartas de altos funcionarios del Vaticano revisadas por The New York Times.
“Me complace transmitir la aprobación de Su Santidad al proyecto, junto con la garantía de sus oraciones por todos los asociados con este esfuerzo caritativo”, escribió el arzobispo Edgar Peña Parra, un alto funcionario de Francisco, al cardenal Arborelius.
El papamóvil estará equipado con un médico y una enfermera y equipado con instrumentos médicos para ofrecer atención básica a los niños, incluidas pruebas rápidas de infecciones, kits de sutura y jeringas, según Anton Asfar, el secretario general de Caritas Jerusalén. Caritas Jerusalén tiene alrededor de 100 miembros del personal en Gaza que brindan ayuda a los palestinos.
La preparación del vehículo para su uso, incluida la instalación de ventanas a prueba de explosiones, llevará aproximadamente tres semanas, dijo el Sr. Asfar. Caritas Jerusalén, agregó, solicitará pronto la aprobación de las autoridades israelíes para entregarlo a Gaza.
COGAT, la agencia gubernamental israelí responsable de coordinar la entrada de ayuda en el enclave, no respondió a una solicitud de comentarios sobre si Israel tenía la intención de permitir el paso del papamóvil. Las autoridades israelíes han impuesto un bloqueo total sobre suministros humanitarios y bienes comerciales durante los últimos dos meses, diciendo que la prohibición tenía como objetivo presionar a Hamas para que liberara a más de los rehenes que han estado reteniendo desde el ataque del 7 de octubre de 2023 a Israel.
Francisco fue uno de los partidarios más destacados de un alto el fuego en Gaza y la entrega de ayuda humanitaria. También pidió la liberación de los rehenes, se reunió con sus familiares y condenó el ataque liderado por Hamas, que dejó alrededor de 1,200 personas muertas y cerca de 250 secuestradas.
También tuvo frecuentes videollamadas con cristianos refugiados en una iglesia en la Ciudad de Gaza y llamó la atención sobre los niños muertos en los ataques aéreos israelíes.
“Ayer, los niños fueron bombardeados”, dijo Francisco en un discurso de diciembre de 2024. “Esto es crueldad. Esto no es guerra.”
El ejército israelí ha dicho que su campaña de bombardeos ha apuntado a militantes y funcionarios de Hamas y a la infraestructura de armas, y ha culpado al grupo militante por exponer a los civiles al peligro al incluirse entre ellos.
El papamóvil llevará un mensaje de esperanza y solidaridad, pero también ofrecerá servicios necesarios, dijo Peter Brune, el secretario general de Caritas Suecia.
“Es simbólico”, dijo, “pero también es práctico.”
