Decenas de miles de birmanos duermen en la calles y 200.000 han tenido que abandonar sus hogares después del terremoto de magnitud 7,7 que sacudió Birmania (Myanmar) hace hoy un mes, mientras el conflicto continúa en el país pese a la tregua militar para facilitar la ayuda humanitaria.
«Las condiciones sobre el terreno siguen siendo muy difíciles: decenas de miles de personas siguen sin refugio y duermen a la intemperie», dijo este lunes la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR).
El potente terremoto sacudió el centro-norte de Birmania, con epicentro en la región de Sagaing y a menos de 20 kilómetros de Mandalay, la segunda mayor ciudad del país, lo que ha puesto en jaque a un país sumido en una guerra de guerrillas de décadas que ha escalado tras el golpe militar de febrero de 2021.

En la ciudad de Sagaing, aún poblada de escombros y edificios destruidos, familiares rompían a llorar en una ceremonia budista organizada este lunes en memoria de las víctimas, en una de las zonas más afectadas por un sismo que mató a más de 3.700 personas e hirió a más de 5.000, según cifras del régimen castrense.
La situación es compleja. La FICR, que asegura haber tenido acceso «a la mayoría de las zonas afectadas» por el potente terremoto, afirma que cerca de 200.000 personas han resultado desplazadas por el temblor, que se suman a los 3 millones de desplazados internos por el conflicto desde el golpe, según la ONU.

En un comunicado, la FICR señaló que más de 50.000 edificaciones quedaron dañados por el terremoto, entre ellas viviendas, pagodas, hospitales y escuelas, «que corren el riesgo de derrumbarse».
También subraya la «enorme escala geográfica y magnitud del desastre», con más de 1,3 millones de personas afectadas en cinco estados y regiones del país, y advierte que el país «está a días de la temporada de monzones», lo que amenaza aun más a los sin hogar.
Tregua no respetada
Mientras, el Ejército sigue centrado en sus enfrentamientos con guerrillas étnicas y prodemocráticas, con varios controles militares para acceder por carretera a la afectada Sagaing, un feudo rebelde, que preguntan a dónde se va y para qué en algunos controles sorpresa.

Varias guerrillas étnicas y la oposición prodemocracia acusan a la junta de haber perpetrado centenares de ataques pese al alto el fuego que declaró para facilitar la ayuda humanitaria el 2 de abril, y que extendió la pasada semana hasta este miércoles, entre ellas en la región de Magway, afectada por el sismo, publica hoy Myanmar Now.