Más de 400.000 personas se congregaron en Roma para rendir homenaje al papa Francisco, quien falleció el lunes anterior a los 88 años.
La ceremonia central tuvo lugar en la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles, líderes mundiales y representantes de 148 países y territorios participaron en la misa exequial presidida por el cardenal Giovanni Battista Re. Entre los asistentes se encontraban el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y los reyes de España, Felipe VI y Letizia.
Tras la misa, el féretro del papa Francisco fue trasladado en un cortejo solemne desde la Plaza de San Pedro hasta la Basílica de Santa María la Mayor, lugar elegido por el pontífice para su sepultura. Durante el recorrido, miles de personas se alinearon en las calles de Roma para rendir su último adiós, muchos con rosas blancas en las manos y oraciones en los labios.
La ceremonia de sepultura se realizó a puerta cerrada en un acto íntimo con la presencia de familiares y el cardenal camarlengo. El papa Francisco fue enterrado en una tumba sencilla ubicada entre las capillas Paulina y Sforza de la basílica, siguiendo sus deseos de un entierro humilde y sin ostentaciones