El cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga lamentó este lunes la muerte del papa Francisco, con quien mantuvo una cercana amistad y a quien recordará como un ejemplo de entrega y trabajo por los más desfavorecidos.
En recientes declaraciones a un medio de comunicación capitalino, el cardenal expresó que “Lógicamente hay un gran pesar, porque el corazón humano siempre siente la separación de un ser querido. Y el Santo Padre Francisco ha sido un ser muy querido para mí”.
A su juicio, el hecho de que la muerte del sumo pontífice haya surgido en la pascua de resurrección le deja un sentimiento de esperanza. “Él entregó su vida completamente como el Señor Jesús, y murió, pero en la fe creemos que resucitó, ya con Cristo en la vida eterna”.
Rodríguez no dudó en recordar la última vez que se encontró personalmente con Francisco, al concluir el Sínodo. “Pude verlo y conversar mucho, tanto al principio como al final de ese mes. Y nos comunicábamos siempre por escrito. Por ejemplo, en ocasión de la Navidad», dijo.
Para el cardenal Rodríguez, la muerte del Papa Francisco deja un vacío en la Iglesia Católica, pero también una huella imborrable de humildad, cercanía y compromiso con los más necesitados.