En la Semana Santa, el barrio Villadela de la capital revive con fervor las tradiciones religiosas que han marcado su identidad comunitaria. Cada Viernes Santo, la parroquia El Calvario organiza un emotivo Vía Crucis que recorre las calles, representando las 14 estaciones del sufrimiento de Jesucristo.
Esta representación involucra a jóvenes y adultos que se preparan durante meses para dramatizar los momentos más significativos de la pasión y muerte de Jesús, creando un ambiente de profunda reflexión y espiritualidad.
Además del Vía Crucis, los habitantes de Villadela se dedican a la elaboración de alfombras de aserrín que adornan las calles por donde transitarán las procesiones.
Estas alfombras, confeccionadas con esmero y dedicación, presentan escenas religiosas y símbolos alusivos a la Semana Santa, creando un ambiente de recogimiento y espiritualidad. La comunidad se une en este esfuerzo colectivo, fortaleciendo los lazos fraternales y expresando su devoción a través del arte efímero.
La culminación de estas actividades tiene lugar en la iglesia del barrio, donde se celebran misas especiales que incluyen la Misa del Domingo de Ramos, la Misa de la Cena del Señor el Jueves Santo, la Misa de la Pasión del Viernes Santo y la Misa de la Resurrección del Domingo de Pascua. Estas celebraciones litúrgicas son momentos clave para la comunidad, ofreciendo espacios para la oración, la reflexión y la renovación espiritual.
La parroquia El Calvario continúa siendo un pilar fundamental en la vida religiosa del barrio Villadela, promoviendo la unidad y el fortalecimiento de la fe entre sus habitantes.