El presidente Donald Trump recibió este lunes al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, el autodenominado «dictador más genial del mundo» que se ha convertido en un aliado clave en las controvertidas deportaciones de migrantes del gobierno.
Los dos hombres se saludaron en la Casa Blanca para sostener una reunión bilateral en la Oficina Oval.
Allí, probablemente enfrentarán preguntas de los periodistas sobre el uso de la notoria mega prisión CECOT de El Salvador para albergar a migrantes expulsados de los EE. UU. y la disputa legal en curso con respecto a la deportación injusta de un migrante de Maryland , Kilmar Abrego García.
La Corte Suprema ha ordenado a la administración Trump que facilite el regreso de Ábrego García. Trump declaró el viernes: «Si la Corte Suprema dijera que se debe traer de vuelta a alguien, se lo diría. Respeto a la Corte Suprema».
Sin embargo, Trump pareció enmendar esa declaración en una publicación en las redes sociales durante el fin de semana, donde sugirió que el destino de los deportados ahora depende de Bukele.
¡Espero con ansias ver al presidente Bukele, de El Salvador, el lunes! Nuestras naciones trabajan en estrecha colaboración para erradicar las organizaciones terroristas y construir un futuro de prosperidad. El presidente Bukele ha aceptado generosamente bajo la custodia de su nación a algunos de los enemigos extranjeros más violentos del mundo y, en particular, de Estados Unidos -escribió Trump-. Estos bárbaros están ahora bajo la custodia exclusiva de El Salvador, una nación orgullosa y soberana, y su futuro depende del presidente B y su gobierno.
El Departamento de Justicia argumentó en documentos judiciales que los tribunales carecían de autoridad para determinar la forma en que el poder ejecutivo se relaciona con las relaciones exteriores y argumentó que la administración no podía interferir con la soberanía de El Salvador. Se programó otra audiencia para el martes.
Antes de la reunión del lunes, el presidente Trump dijo que pensaba que Bukele estaba «haciendo un trabajo fantástico» y «solucionando muchos problemas que tenemos y que realmente no podríamos solucionar desde el punto de vista de los costos».
«Tenemos gente muy mala en esa prisión, gente a la que nunca se le debería haber permitido entrar a nuestro país, gente que asesina a narcotraficantes. Algunas de las peores personas del mundo están en esa prisión y él es capaz de hacerlo», dijo Trump a los periodistas en el Air Force One al regresar a Washington desde Florida el domingo.
Cuando se le presionó más sobre los presuntos abusos de derechos humanos denunciados en CECOT, el presidente Trump dijo: «No lo veo. No veo que eso suceda».
La administración Trump ha deportado a El Salvador a cientos de inmigrantes que alega son miembros de pandillas venezolanas, aunque lo ha hecho con aparentemente poco debido proceso.
El secretario de Estado, Marco Rubio, en una publicación en las redes sociales durante el fin de semana, dijo que los esfuerzos continuaron con otros 10 presuntos delincuentes asociados con la MS-13 y el Tren de Aragua deportados a El Salvador.
Rubio escribió que la “alianza” entre Trump y Bukele “se ha convertido en un ejemplo de seguridad y prosperidad en nuestro hemisferio”.
