El régimen de Nicaragua anunció sus planes para celebrar Semana Santa en el país que contemplan vacaciones para los empleados públicos desde el 11 al 22 de abril, 14 mil policías y más de dos mil patrullas en las calles, fiestas y actividades culturales en los balnearios, pero omitió el principal distintivo de estas celebraciones: a diferencia del resto de países del mundo de tradición católica, en Nicaragua están prohibidas las procesiones religiosas en las calles.
“Estamos preparando los planes de verano que garantizan que todos los aspectos, los aspectos festivos, turísticos, de tradición, de unión de familias, de comunidades, de gastronomía, estarán cubiertos para que las familias en todo nuestro país y nuestros visitantes disfruten de esta Semana Mayor”, anunció Rosario Murillo. De la prohibición no dijo una sola palabra en ninguna de sus tradicionales intervenciones radiales de los mediodías.
Aunque no existe unan prohibición oficial, una fuente religiosa consultada por Infobae, aseguró que las iglesias de Nicaragua se mantienen vigiladas por agentes de policía que colocan sus patrullas en las inmediaciones de los templos, y otros que llegan, ya sea con su uniforme policial o de civil, a grabar y tomar fotografías dentro de las iglesias.