La vida del menor hondureño Óscar Omar Hernández quien residía en Los Ángeles, California se apagó a la edad de 13 años y con él sus sueños de convertirse en un gran futbolista, el joven fue visto por última vez el 28 de marzo cuando viajó hacia Lancaster, California, para encontrarse con su entrenador Mario Edgardo García Aquino.
“Tanto que te amé mi amor, tanto que me costaste, quién te viene a quitar la vida mi amor”, lloraba su madre en una zona boscosa donde fue hallado su cuerpo el pasado 2 de abril.

El macabro crimen
De acuerdo con la información, el menor fue llevado por su propia familia a la estación del tren para que viajara hacia Lancaster, California, a donde residía su entrenador, un hombre de 43 años de nacionalidad salvadoreña, quien le había pedido ayuda para elaborar camisetas del equipo.
Ese mismo día por la noche, un hermano del menor lo habría llamado para saber cómo estaba, pero quien respondió su celular fue García Aquino, quien le dijo que Óscar no podía contestar porque tenía las manos llenas de pintura.
Satisfecho con la respuesta, el hermano colgó la llamada sin imaginar el giro que tendría la historia a partir del sábado 29 de marzo, cuando se suponía que el menor debía regresar a casa.
El joven nunca llegó y ante su ausencia, la familia comenzó a llamar al entrenador quien aseguró que lo había dejado cerca de su vivienda. Horas más tarde, recibieron un mensaje de texto del número del menor quien decía que se había ido a una fiesta con amigos.
Pero al contactarse con amigos, constataron que no había tal fiesta y las alarmas se encendieron. Al siguiente día, interpusieron la denuncia y ahí comenzó la angustiosa búsqueda.
Fueron tres días los que se movilizó una comitiva para dar con el paradero del menor, hasta que el 2 de abril fue hallado en una zona boscosa de California.
De acuerdo con los reportes oficiales, ese mismo día se le dio captura al entrenador y salió a la luz un macabro expediente que lo relacionaba con más hechos criminales.
En 2024 había sido acusado por agredir sexualmente a un adolescente en Palmdale, California, revelaciones que dejaron en shoc y desconcierto a la familia Hernández.
El terror siguió para los acongojados familiares, cuando agentes policiales revelaron la autopsia que se le practicó al cuerpo del menor. Según el informe, la muerte de Óscar ocurrió mientras era abusado sexualmente por su entrenador.
Además, el reporte establece que García Quino habría matado al menor el mismo viernes 28 de marzo, día en que este llegó a su vivienda, lo que sugiere, que cuando el hermano de Óscar hizo la llamada, talvez el menor ya había sido asesinado.
Por el aterrador crimen que mantiene a toda una comunidad consternada, Mario Edgardo García Aquino podría recibir cadena perpetua sin libertad condicional o incluso la pena de muerte.