El Real Madrid empató ante el Valencia en el minuto 21, pero el tanto no subió al marcador. Un gol que, por cierto, no marcó ningún jugador del equipo blanco, si no Diakhaby, que al intentar despejar el balón, acabó metiéndolo en su portería.
El Bernabéu y todo el equipo blanco celebró por todo lo alto ese gol, pero el colegiado lo anuló por fuera de juego de Mbappé en el inicio de la jugada. Una decisión que no le gustó ni al Bernabéu ni a Ancelotti que acabó viendo una amarilla por sus protestas.