Recientes investigaciones de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) han revelado que Fernanda Leticia Jiménez Padilla (24) y Rubén Edgardo Morales Mejía (29), fueron sedados y luego degollados en su vivienda ubicada en la colonia Villa Universitaria de Comayagua, zona central de Honduras.
Según versiones, las sospechosas, dos mujeres identificadas como Sindi Janeth Domínguez Zelaya de 30 años y Jenifer Nicolle Dean Pereira de 23, habían estudiado a las víctimas, hasta el punto de ganarse su confianza.
El viernes, llegaron a la vivienda de la pareja con la excusa de venderles un vehículo, pero su verdadera intención era otra. Para someterlos, les ofrecieron jugo de naranja adulterado con un somnífero y una vez que perdieron el conocimiento, los trasladaron a distintas habitaciones y los degollaron sin piedad.
Después de cometer el crimen, se llevaron la camioneta de las víctimas, una Toyota Hilux gris, modelo 2025, dejando la escena en un silencio mortal.
Capturas tras intensos operativos
Hasta el momento, se conoce que Zelaya es originaria de San Luis, Comayagua, y fue detenida el sábado mientras intentaba vender el vehículo robado en un autolote. Al momento de su arresto, manejaba la camioneta y portaba tres cuchillos, presuntamente usados en el crimen.
Por otro lado, pocas horas después, la Policía allanó una vivienda en el barrio La Joya, donde capturaron a Jenifer Nicolle. En la casa donde se encontraba Jenifer, hallaron prendas de vestir con manchas de sangre, lo que resultó ser una prueba clave en la investigación.
¿Un crimen con más implicados?
Las autoridades sospechan que más personas podrían haber participado en el asesinato, por tal razón las pesquisas continúan y no se descartan nuevas capturas en las próximas horas.
Asimismo, si bien el móvil principal parece ser el robo, los investigadores analizan otras posibles razones detrás del brutal asesinato que ha conmocionado a la comunidad.
