Las tareas de rescate en Birmania entran en un punto crítico para encontrar supervivientes, 72 horas después del terremoto que sacudió el centro-norte del país el viernes, con alrededor de 1.700 fallecidos según la junta militar, aunque medios independientes elevan esa cifra al doble.

El régimen castrense, que detenta el poder desde el golpe militar de 2021, dijo este lunes a través del canal de radio y televisión MRTV, bajo control militar, que un equipo chino rescató hoy a un niño de cinco años, a una mujer embarazada y a otra de 29 años de un edificio en ruinas en Mandalay, la segunda mayor ciudad del país.
Los rescatados, que habían permanecido atrapados durante más de 60 horas, fueron trasladados al hospital.

ONU: La magnitud del desastre sigue siendo incierta
Se trata de uno los escasos comunicados de la junta sobre la situación en Birmania en el cuarto día de las tareas de rescate
Según la ONU, la «magnitud del desastre» causado por el terremoto «sigue siendo incierta», más de 72 horas después del devastador sismo.
El equipo del organismo multilateral en Birmania habla en un comunicado de «destrucción generalizada» y de comunidades enteras que quedaron devastadas a causa del terremoto.
«Los hospitales en las regiones afectadas están desbordados y las vías de comunicación y transporte se han visto gravemente interrumpidas. Miles de personas duermen a la intemperie, temerosas de las réplicas y sin poder regresar a sus hogares dañados», señala el escrito.
Otras ONGs de ayuda internacional también han informado de la dificultad para llegar a las zonas más afectadas, como Mandalay y Sagaing.

Los principales aeropuertos del país están cerrados y los cortes de internet y telefonía complican saber el alcance de la tragedia.
Además, la junta militar ha denegado la entrada en el país a prensa extranjera para cubrir la catástrofe, allegando motivos como las dificultades para encontrar alojamiento o los cortes eléctricos y de suministro de agua.