- El detenido formaba parte de una banda que operaba bajo la fachada de una empresa denominada “Inversiones Moncada”
- El maestro, aprovechando sus conocimientos en educación y su capacidad de persuasión, se encargaba de reclutar a potenciales inversores
Olancho. 27 de marzo de 2025.
En una operación coordinada y tras una exhaustiva investigación enmarcado en el Plan Solución Contra el Crimen Fase III, la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) ha capturado a un maestro, por su supuesta responsabilidad en una estafa que asciende a 100 millones de lempiras, perpetrada mediante el uso de criptomonedas.
La captura se llevó a cabo por un equipo especializado de la Unidad Metropolitana de Investigación Criminal #15 (UMIC-15) en la aldea Guayabito, municipio de Santa María del Real, Olancho.
El sospechoso, un maestro de educación primaria de 31 años, oriundo del departamento de Olancho, es señalado como un miembro activo de una organización delictiva dedicada a la estafa.
Modus operandi
De acuerdo con la información recopilada por los investigadores, el detenido formaba parte de una banda que operaba bajo la fachada de una empresa denominada “Inversiones Moncada”.
Esta entidad, considerada una empresa fantasma, fue creada con el objetivo de proyectar una imagen de legalidad y confianza, engañando a las víctimas para que creyeran que estaban realizando inversiones en un negocio legítimo.
El maestro, aprovechando sus conocimientos en educación y su capacidad de persuasión, se encargaba de reclutar a potenciales inversores, presentando la empresa como un Bròkers legítimo que ofrecía servicios financieros a través de una plataforma en línea. Esta plataforma supuestamente permitía a los usuarios comprar y vender valores como acciones, bonos y opciones, lo que facilitaba la captación de fondos de manera fraudulenta.
La modalidad utilizada por el grupo delictivo se basaba en la promesa de altos rendimientos a través de inversiones en criptomonedas. Una vez que los fondos ingresaban en las cuentas de la empresa, se realizaban transferencias a través de una plataforma de Bròkers, donde el dinero era justificado como ganancias obtenidas del “minado” de criptomonedas.
Para crear una mayor confianza, los estafadores devolvían una parte de las ganancias a los inversores, lo que incentivaba a las víctimas a realizar inversiones adicionales.
La magnitud de la estafa ha sido, con un total de cien millones de lempiras (L.100,000,000.00) defraudados a las víctimas.
En consecuencia, se ejecutó una orden de captura emitida por el Juzgado de Letras Seccional de Catacamas, Olancho, el 20 de marzo del presente año, por suponerlo responsable del delito de estafa agravada.
El imputado será presentado ante el órgano judicial correspondiente para el debido procedimiento legal, conforme a lo establecido por la legislación vigente.
La DPI reafirma su compromiso en la lucha contra el delito de estafa en todas sus formas, trabajando incansablemente para llevar a los responsables ante la justicia y proteger a la ciudadanía de fraudes que atentan contra su patrimonio.