La fabricación del té matcha es laborioso, puesto que se elabora con hojas sombreadas que se cosechan, se cuecen al vapor, se secan y luego se muelen hasta obtener un polvo fino, de color verde brillante, con un sabor característico.

Los reportes oficiales indican que la principal cosecha se recoge entre abril y mayo, pero desde finales de 2024 comenzó una escasez.
Según datos del Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón, en 2024 las exportaciones del té verde, que incluye el Matcha, se incrementaron en un 25% en comparación con el año anterior, lo que generó ingresos por el orden de los 36.400 millones de yenes, equivalentes a 244 millones de dólares.
Las autoridades japonesas advierten que la producción del té macha no supera la demanda
Adicionalmente, se combinan varios factores para la creciente escasez del producto: el aumento del consumo a nivel mundial impulsado por las redes sociales, las propiedades curativas y el aumento del turismo, solamente el 2024 hubo un incremento del 46% turistas en Japón, unos 37 millones de personas, según una compañía estadounidense de asesoría financiera.
Para evitar que el producto desaparezca del mercado japonés, se han puesto algunas restricciones para la compra y también se ha recurrido a mercados como China y a los productores de té verde para abastecerse de la materia prima para la elaboración del té Matcha.