No es extraño que los espías encuentren novedosas formas de comunicarse con sus gobiernos eludiendo las vías de información menos seguras, aunque el caso de Andreas y Heidrun Anschlag, informantes rusos en Alemania, ha supuesto una auténtica sorpresa, ya que mantuvieron contactos con el Kremlin a través de vídeos de YouTube de Cristiano Ronaldo.
Así lo desveló Gordon Corera, excorresponsal de seguridad de la BBC en su libro Rusos entre nosotros: células durmientes, historias de fantasmas y la caza de los espías de Putin, en una historia recogida por medios como The Sun o Prosport.
Quiénes son Andreas y Heidrun Anschlag
Con pasaportes austriacos falsificados, los Anschlag se infiltraron en la República Federal de Alemania a finales de los años 80, enviados por el Servicio de Inteligencia Exterior de Moscú (SVR). Durante más de dos décadas, comenzando su labor antes de la caída del Muro de Berlín en 1989, enviaron información de Occidente al Kremlin.
Su tapadera era la de un matrimonio corriente. Él trabajaba en el sector automovilístico, y ella como ama de casa, pero gracias a un contacto en el Ministerio de Asuntos Exteriores holandés, destaparon innumerables secretos de la Unión Europea, las Naciones Unidas o la OTAN.
Los vídeos de Cristiano Ronaldo
En un principio, utilizaban teléfonos por satélite, radios o USB para lanzar sus comunicaciones, pero la llegada de Internet, y más concretamente YouTube, lo cambió todo.
«La plataforma YouTube creó otra forma novedosa de comunicarse. La pareja y el gobierno [ruso] crearon cuentas con un par de meses de diferencia a principios de 2011 en las que comentaban vídeos, principalmente sobre el futbolista Cristiano Ronaldo. Escribieron: ‘Es un vídeo muy lindo y la canción también es muy buena’. Esto fue respondido por la cuenta llamada crsitanofootballer, diciendo: ‘Corre y juega como el diablo», relató Corera.
«Los comentarios incluían una secuencia de signos de puntuación que podían convertirse en números y que luego remitían a un mensaje previamente acordado», explicó el autor del libro.
Captura y condena
Poco tiempo después de la creación de dichas cuentas, las autoridades alemanas identificaron mensajes cifrados, y realizaron una redada en la casa del matrimonio. En 2013, los espías fueron condenados a seis años de prisión en el caso de Andreas y a cinco años y medio para Heidrun, mientras que su contacto de Países Bajos recibió doce años.
En 2015, fueron liberados y deportados a Rusia, y su verdadera identidad aún se desconoce.