En un giro raro de los acontecimientos, según un análisis realizado por 29 especialistas de diversas disciplinas, los temas musicales de Bad Bunny, han logrado un impacto social significativo a nivel mundial al abordar en sus canciones las problemáticas locales logrando una resonancia global. Este estudio se recoge en el libro Bad Bunny Enigma: Culture, Resistance and Uncertainty, que examina la influencia en el ámbito como la cultura, la política y la musicología.
La profesora Sheilla Madera, coeditora del libro y académica de Estudios Globales y Socioculturales en la Florida International University, menciona que Bad Bunny expone “denominadores comunes” que preocupan por Puerto Rico y otros países. Un ejemplo de ello es su canción “Debí tirar más fotos” que se ha convertido en un himno de nostalgia para lugares como Palestina o el Líbano, al evocar recuerdos del territorio afectado por conflictos. Además de ello se subraya que la música de Bad Bunny refleja procesos de colonialidad, imperialismo y neoliberalismo que impactan a diversas naciones en todo el mundo