Con un promedio de entre 200 y 400 millones de dólares anuales destinados a distintos proyectos en el país, Honduras se ubica como el quinto país que más dinero recibe de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) lo que en temas de empleo, representa una amenaza.
De acuerdo con especialistas, la disminución de los recursos podría significar la pérdida de entre 15,000 y 20,000 empleos, lo que agravaría la crisis laboral en el país.
El panorama no es nada alentador, considerando el creciente número de hondureños deportados desde Estados Unidos, lo que impacta no solo en la economía familiar de los hondureños, sino también en las reservas internacionales del país y la capacidad de generar nuevas oportunidades laborales.
Diversos programas financiados por USAID han estado enfocados en el desarrollo social, infraestructura, educación y generación de empleo en Honduras. En tal sentido, la posible reducción de los fondos podría dejar sin respaldo múltiples iniciativas que han sido clave en la estabilidad económica de miles de familias hondureñas, señaló.