Dos albergues de migrantes en Arizona, entre ellos Casa Alitas, uno de los principales centros de asistencia que sirvió de modelo para otros a lo largo de la frontera con México, fueron se cerraron a causa de los recortes de fondos que ordenó el presidente de EE.UU., Donald Trump, informó este jueves el condado Pima.
«Es una tristeza que nuestro gobierno termine con una tradición de ayuda a los más necesitados», dijo a EFE Kat Rodríguez, activista que por muchos años trabajó en Casa Alitas, en Tucson.
Los albergues proporcionaban alojamiento temporal y servicios de transporte a solicitantes de asilo luego de que la Patrulla Fronteriza los procesara y liberara.
«La compasión por el ser humano está siendo eliminada por intereses políticos y eso es muy lamentable», dijo la activista.
John Lesher, administrador del condado Pima, detalló que desde el pasado lunes, después que Donald Trump juramentara por segunda ocasión como presidente, la Patrulla Fronteriza dejó de llevar a los migrantes al refugio.
Esto, asegura Lesher, pone en una precaria situación al condado Pima, ya que aunque no haya migrantes en los albergues estos continúan generando gastos operativos y de funcionamiento.
Los decretos de Trump y el cierre de albergues
Durante su primer día como presidente, Trump firmó una serie de órdenes ejecutivas incluyendo una que suspende los fondos para programas de asistencia del Programa de Servicios de Refugio del (SSP, en inglés), del Departamento de Seguridad Nacional.
Adicionalmente SSP no paga por los servicios de mantenimiento de los albergues mientras no haya migrantes.