La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó este miércoles en segunda legislatura artículos de una reforma a la Constitución Política, en la que establece que «las y los traidores a la patria pierden la nacionalidad nicaragüense».
La enmienda constitucional, aprobada de manera unánime en segunda y definitiva votación, establece la privación de la nacionalidad a los «traidores a la patria», la que hasta ahora ha sido aplicada -sin que estuviera en vigor en la Carta Magna- a 452 nicaragüienses, entre ellos los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli, los obispos Rolando Álvarez y Silvio Báez.
La diputada sandinista Patricia Sánchez Urbina explicó en el pleno que, según la Ley de defensa de los derechos del pueblo a la independencia, la soberanía y autodeterminación para la paz, son considerados traidores a la patria aquellos nicaragüenses que encabecen o financien un golpe de Estado.
También los que alteren el orden constitucional, que fomenten o insten a actos terroristas, que realicen actos que menoscaben la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, que inciten a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pidan intervenciones militares, y se organicen con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización.
Además, los que propongan y gestionen bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras en contra del país y sus instituciones, aquellos que demanden, exalten y aplaudan la imposición de sanciones contra el Estado de Nicaragua y sus ciudadanos, y todos los que lesionen los intereses supremos de la nación contemplados en el ordenamiento jurídico.
Según esa ley, los «traidores a la patria” no podrán optar a cargos de elección popular, sin perjuicio de las acciones penales correspondientes establecidas en el Código Penal.