En un delito que afecta puntualmente a muchas familias hondureñas, diversas rutas de transporte en la capital y San Pedro Sula han informado este martes la dificultad de poder trabajar con normalidad producto del cobro de extorsión por parte de grupos delictivos.
En el caso de la capital industrial, este día se reportó que, por segundo día consecutivo, la ruta 7 se ha paralizado producto del cobro del ilícito, donde en días anteriores sus conductores denunciaron el atentado en contra de uno de sus compañeros.
Por su parte, en Tegucigalpa, la ruta que conduce desde el barrio Buenos Aires hacía la aldea El Lolo han informado que, por casi ocho días no han podido laborar de forma normal, paralizando sus unidades debido a las amenazas de muerte recibidas por parte de delincuentes.