Cientos de bomberos intentaban este miércoles contener cuatro grandes incendios que avanzan sin control en el condado de Los Ángeles, menos de 24 horas después de que se registraran las primeras llamas en la zona residencial de Pacific Palisades.
Los llamados vientos de Santa Ana, que soplan con fuerza desde primera hora del martes, y la extrema sequedad del ambiente dificultan las tareas de los bomberos.
La situación, que cambia por momentos, dejó ya al menos 5 muertos y numerosos heridos.
«Por favor, prioricen su seguridad y el bienestar de quienes les rodean», pidió a los ciudadanos. «Los fuertes vientos y la baja humedad hace que todos los residentes del condado estén en peligro», dijo el jefe de bomberos del condado de Los Ángeles, Anthony Marrone, en una rueda de prensa ofrecida a primera hora de este miércoles.
Miles de personas han sido obligadas a evacuar y más de 1.000 estructuras, entre viviendas y otros edificios, han sido devoradas por las llamas, dijo.
«El origen de los fuegos es desconocido y está bajo investigación», subrayó Marrone.
En la tarde de este miércoles había al menos 1,5 millones de hogares sin electricidad por el daño causado por el fuego y los vientos a las infrastructuras.