Después de un año 2024 completamente convulsionado para Kylian Mbappé, en el que estuvo envuelto en una investigación por presunta violación en Suecia -de la cual quedó absuelto-, dejó el Paris Saint-Germain para firmar con Real Madrid y generó polémica por su ausencia en las últimas convocatorias con la selección de Francia, el comienzo del 2025 tampoco le está dando respiro al campeón del mundo en Rusia 2018.
Los fanáticos del SM Caen, club del cual el atacante es uno de los propietarios, expusieron una serie de banderas en contra de su labor a partir de los malos resultados del equipo y la destitución de una leyenda de su cargo.
Los problemas comenzaron cuando los altos mandatarios de la institución que milita en la Ligue 2 (Segunda División de Francia) anunciaron el relevo de Nicolas Seube como entrenador, una celebridad en la entidad, a la que además salvó del descenso en la temporada pasada. Sin embargo, solo pudo imponerse en tres ocasiones a lo largo de la competencia en el curso actual, con el equipo vagando por el 16° puesto de la tabla.
Con este panorama, Mbappé y compañía eligieron despedir al director técnico y contratar al portugués Bruno Baltazar, que venía de dirigir al Radomiak Radom, de la Primera División de Polonia, y nunca había trabajado en el país galo. Los resultados no cambiaron y Caen sigue en los últimos puestos del torneo.
“¡Mbappé, el SMC no es tu juguete!”, “Nicolas Seube es una hermosa persona, es alguien que cuenta”, “antes de querer brillar internacionalmente, respeta a las figuras locales”, fueron algunos de los mensajes que se vieron en las tribunas. Luego, al grito en las gradas de “todos juntos vamos a cantar Nicolas Seube”, los aficionados exhibieron otro telón en relación con el ex entrenador: “¡Aquí solo el trabajo y la lealtad hacen leyendas!“.
¿Qué tan grande es el nombre de Seube en la institución normanda? Como futbolista jugó un total de 517 partidos a lo largo de 16 temporadas, algo que lo convirtió en el jugador con más presencias y longevidad en el Caen. Para enaltecer su figura, tomó las riendas del banco de suplentes en la temporada pasada, cuando el club estaba peleando los puestos de descenso y sin tener experiencia como director técnico de manera profesional, ya que solo había dirigido a divisiones juveniles. No solo lo salvó, sino que finalizó en la quinta posición de la Ligue 2.
