El brutal asesinato de Debrina Kawam, una mujer de 61 años, en un tren estacionado en la estación de Coney Island-Stillwell Avenue en Brooklyn, Nueva York, ha generado gran impacto mediático. La víctima, oriunda de Toms River, Nueva Jersey, fue identificada por las autoridades después de que su cuerpo quedara irreconocible debido a las graves quemaduras. Según la policía, los registros dentales y pruebas de ADN fueron claves para confirmar su identidad.
De acuerdo con The New York Times, el ataque ocurrió el pasado 22 de diciembre, alrededor de las 7:30 a.m., cuando Kawam estaba aparentemente dormida y Sebastian Zapeta-Calil, de 33 años, la roció con un líquido inflamable y la prendió fuego. El acusado, un ciudadano guatemalteco que ingresó ilegalmente a Estados Unidos, ya enfrenta cargos por asesinato en primer grado, asesinato en segundo grado y provocación de incendio. “Fue un ataque aleatorio capturado en video que mostró a la mujer envuelta en llamas mientras intentaba sujetarse a la puerta del tren”, precisó el medio.
La gravedad del caso ha llevado a las autoridades locales a tomar medidas contundentes. Eric González, fiscal del distrito de Brooklyn, expresó su confianza en la solidez de las pruebas presentadas contra el acusado. “El asesinato en primer grado conlleva la posibilidad de cadena perpetua sin libertad condicional. Mi oficina está muy segura de la evidencia en este caso y de nuestra capacidad para responsabilizar a Zapeta por sus atroces actos”, subrayó en declaraciones recogidas por CBS News durante una conferencia la semana pasada.
El horror de los hechos fue captado por cámaras de seguridad instaladas en la estación de metro. Según Pix11 News, las imágenes muestran a Zapeta usando una camiseta para avivar las llamas que consumían a Kawam mientras permanecía sentado en un banco del andén en vez de ayudar. “Su cuerpo estaba tan calcinado que fue necesario recurrir a tecnologías avanzadas para identificarla”, agrega el medio con base en información policial.