El régimen venezolano había prometido a la administración de Joe Biden, en diciembre del año pasado, que no detendría a ningún estadounidense para usarlo como instrumento de canje, como lo hizo en el pasado y que le permitió a Nicolás Maduro la libertad de dos sobrinos de su esposa Cilia Flores condenados por narcotráfico en EEUU y la del comerciante colombiano ahora ministro venezolano Alex Naim Saab. Aun así, los cuerpos de inteligencia en Venezuela han detenido, en lo que va de año, a ocho estadounidenses a quienes imputan intenciones de ejecutar actos de terrorismo o magnicidio.
Hace poco más de dos meses, el 17 de octubre de 2024, en rueda de prensa transmitida en vivo por los medios de comunicación de propaganda del régimen venezolano y en sus redes sociales, Diosdado Cabello Rondón, ministro del Interior de Venezuela, anunció oficialmente lo que venía siendo denunciado de manera aislada, que 19 extranjeros estaban detenidos a los que agregó 15 venezolanos, a quienes responsabilizó de planificar actos terroristas y de magnicidio contra Nicolás Maduro Moros.
Lo que fue evidente es que a todos y cada uno de esos extranjeros los habían detenido, en diversos pasos de la faja fronteriza, y mantenidos en desaparición forzada desde hacía un mes, ya que sus detenciones ocurrieron entre septiembre y octubre 2024. Todos sometidos a desaparición forzada.
Posteriormente, se sabe que fueron sometidos a interrogatorios en casas o centros no oficiales de los cuerpos de seguridad. Se les instó a declararse culpables o autoincriminarse de planificar actos terroristas y de involucrar a dirigentes de la oposición venezolana.
Cabello Rondón le dijo al país que había 19 extranjeros detenidos de diversas nacionalidades, pero solo mencionó a 14 de ellos: siete ciudadanos estadounidenses.
El verdadero objetivo de las detenciones de los extranjeros de diversos países ha sido vincularlos en supuestos planes conspirativos con la líder de la oposición, María Corina Machado. Para hacer creíble la supuesta estrategia, Diosdado Cabello, así como Jorge Rodríguez, involucran al ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez y a los venezolanos Iván Simonovis, un ex comisario policial; a los ex diputados Julio Borges, Carlos Vecchio, Juan Pablo Guanipa, entre otros.
Ha insistido Cabello en que esa conspiración tiene la injerencia de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés), la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España, adscrito al Ministerio de Defensa.
Wilbert Joseph Castañeda Gómez; quien fue detenido en el estado Aragua, de quien dijo que es militar activo de la armada y aseguró que era el líder de una operación para asesinarlo a él, así como a Nicolás Maduro Moros, de los hermanos Delcy Eloyna y Jorge de Jesús Rodríguez Gómez, y otros.
Jonathan Pagan González es un puertorriqueño, quien fue detenido en el estado Zulia y de quien Cabello dijo que tenía “la misión de infiltrarse en grupos religiosos” y que contaba con apoyo de grupos políticos que supuestamente el régimen tiene identificados.
De David Estrella, un estadounidense también de nacionalidad ecuatoriana que se encuentra detenido en Venezuela, no se conoce mayor información. Su número de pasaporte de EEUU es el Nr. 677402359. Ningún familiar ha manifestado por su libertad, tampoco el régimen venezolano ha ampliado detalles sobre él ni dónde está recluido.
Jorge Marcelo Vargas con nacionalidad de Estados Unidos y también boliviana: de él dijo cabello que había sido detenido tomando fotos de las instalaciones petroleras en los estados Carabobo y Falcón.