Camila Duarte, Candela Díaz, Juana Cángaro y Milagros Díaz llevan casi una semana detenidas en Brasil. Las cuatro futbolistas arribaron a ese país como parte de la delegación de River Plate que disputó la Ladies Cup: fueron acusadas de acciones racistas y terminaron recluidas en el penal de San Pablo ubicado en el barrio de Carandiru, según detalló el diario local Folha.
Las jugadoras fueron señaladas durante el partido ante Gremio que se desarrolló el viernes pasado en el Estadio do Canindé de ese estado. El encuentro fue suspendido cuando estaba 1-1 y faltaban pocos minutos para el final del primer tiempo; la organización terminó dándole el triunfo por 3 a 0 a las brasileñas. Sin embargo, la noticia de su detención recién se conoció durante la noche del sábado.
Tanto las defensoras Cángaro (18 años) y Duarte (19) como las mediocampistas Milagros Díaz (24) y Candela Díaz (25) fueron conducidas inicialmente a la Comisaría 6ª de San Pablo tras el partido, después de las declaraciones de sus rivales y los testigos que las apuntaron como responsables de lo sucedido. Luego, la Justicia dictó una prisión preventiva argumentando la “falta de vínculos de las jugadoras con Brasil”.
Si bien existe un hermetismo en torno al tema, el club envió apenas sucedió el hecho un equipo legal para intentar conseguir la libertad de las deportistas. La abogada y los representantes legales del Millonario están acompañando a las jugadoras desde que se desató este tema. “Todas están bien y están juntas”, transmitieron desde Núñez a Infobae ante la consulta. La entidad está buscando resolver la situación con urgencia para que las cuatro deportistas puedan retornar al país, aunque se encontraron con un problema local que dificultó la tarea: la feria judicial brasileña generó una interrupción de los trabajos durante las últimas 48 horas por la Navidad y este jueves se reactivaron con celeridad las tratativas para conseguir la libertad de las deportistas que pasaron los últimos días en la Penitenciária Feminina da Capital.