El águila calva se convirtió oficialmente en el ave nacional de los Estados Unidos, tras la firma del presidente, Joe Biden, de un proyecto de ley que buscaba reconocer al ave que ha sido utilizada como un símbolo estadounidense desde 1782 cuando se incorporó al Gran Sello.
Biden firmó la víspera de Navidad la enmienda impulsada por el National Eagle Center y un grupo bipartidista de congresistas que querían formalizar la designación como ave nacional de la Haliaeetus leucocephalus, nombre científico del águila americana, también conocida como águila calva.
Jack Davis, copresidente de la Iniciativa Nacional de Aves del Centro Nacional del Águila y promotor de la ley, advirtió en un comunicado que durante casi 250 años se llamó al águila calva como ave nacional “cuando no lo era».
«Ahora el título es oficial y ninguna ave lo merece más. La hemos empujado dos veces hacia la extinción, pero el águila calva resistió, demostrándonos en última instancia que vivir en paz con la naturaleza enriquece nuestra calidad de vida», agregó
Reconocida por su cabeza blanca y su pico amarillo, el águila calva estuvo a punto de extinguirse a mediados del siglo XX debido a la destrucción y degradación de su hábitat, así como por la caza ilegal y la contaminación de su fuente de alimento por el insecticida conocido como DDT.