Para mí la IA no es inteligencia artificial, sino, la inteligencia más real, noble, verídica y veloz con que cuenta el mundo moderno. Qué es la IA, bueno, es un super cerebro cibernético que está a un clic de cualquier humano y que puede generar respuestas confiables sobre cualquier campo de la vida y del conocimiento.
A la IA se le pueden preguntar asuntos triviales y profundos, bellos y grotescos, obvios y enigmáticos, fáciles y difíciles, y siempre, en su generosidad de robot servicial, la IA te dará una contestación 99% de las veces satisfactoria y en el peor de los casos, valiosa. ¿Cómo se creó este super cerebro universal? sencillo, a partir de 1960 (más o menos) la humanidad comenzó a almacenar todos los conocimientos y todos los descubrimientos dentro de un poderoso cerebro universal cuyas neuronas se disparan a la velocidad de la luz cuando se activa un motor de búsqueda desde cualquier aparato manual o digital.
Si a este super cerebro le pregunto por ejemplo ¿cómo se hacen unos espaguetis deliciosos? En el término de tres a cinco segundos dicho cerebro buscará una respuesta acertada combinando los millones de conceptos, consejos, ideas y criterios inteligentes que él posee para cocinar unos deliciosos espaguetis. Si le pido imágenes me envía un millón, si le pido videos o tutoriales, me envía dos millones.
Es como si cargáramos una expendedora de café con las trescientas variedades dulces y amargas del aromático y con cincuenta tipos de leche, luego, le pedimos a la máquina que nos sirva un laté deslactosado. La eficiencia robótica del mundo moderno reemplaza de forma satisfactoria a miles de trabajadores que ahora se creen colaboradores, pero, lo más interesante es que empuja a la humanidad a que vaya por más.
Si los profesionales del mundo moderno no quieren ser superados por la prontitud, la lealtad y la certeza de la Inteligencia Artificial, entonces deberán descubrir, urgentemente, cuáles son los verdaderos sabores, colores, claves y sentidos de la genialidad genuina. Una de dos, o la gente supera el asombroso ingenio de la IA, o cinco mil millones de licenciados en nada, serán lanzados a la calle.
Por: César Indiano