El centrista François Bayrou, aliado de Emmanuel Macron desde su llegada al Elíseo en 2017, fue nombrado este viernes nuevo primer ministro de Francia por el presidente para intentar cerrar la crisis política que vive el país.
Bayrou, de 73 años, se convertirá en el cuarto jefe del Ejecutivo en lo que va de año y sustituirá al conservador Michel Barnier, nueve días después de la moción de censura que derribó su Gobierno, el más efímero del país desde la Segunda Guerra Mundial.
El líder centrista fue recibido a primera hora de la mañana en el Elíseo, donde mantuvo una reunión de casi dos horas con el presidente, antes de que su nombre fuera comunicado pasado el mediodía.
La apuesta de Macron
Bayrou, un viejo conocido de la política francesa, tendrá la dura labor de superar las divisiones políticas en la Asamblea Nacional, dividida entre la izquierda, ligeramente mayoritaria, los macronistas y la extrema derecha.
Su primera tarea será nombrar un nuevo Gobierno con el que preparar un presupuesto para 2025, el obstáculo en el que cayó Barnier.
Con su nombramiento, Macron hace una apuesta por el ala más a la izquierda de su alianza, con la esperanza de poder lograr la indulgencia de los socialistas.
Aunque el veterano político centrista también cuenta con cierta benevolencia de la extrema derecha de Marine Le Pen, puesto que comparte con ella la aspiración a un sistema electoral más representativo.
Además, como la líder ultraderechista, pasó por el banquillo de los acusados por la financiación ilegal de su partido con fondos del Parlamento Europeo, de lo que fue absuelto en primera instancia por falta de pruebas, pero que fue apelado por la Fiscalía.
Bayrou, que ha sido dos veces ministro, una de ellas en un Gobierno conservador en los años 90, y otras tres candidato presidencial (2002, 2007 y 2012), abandonó la carrera al Elíseo en 2017 en favor de Macron, en quien vio una encarnación de su aspiración a romper las divisiones entre la izquierda y la derecha.