El Kremlin agradeció este viernes las palabras del presidente electo de EEUU, Donald Trump, sobre el peligro de ataques con armas occidentales de largo alcance, como misiles ATACMS, contra objetivos en territorio ruso.
“Esa declaración coincide completamente con nuestra postura. Es decir, en este caso tenemos la misma visión de los motivos de la escalada”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
Peskov reaccionó así a unas palabras de Trump durante una entrevista a la revista Time, en las que el político criticó el uso por parte de Ucrania de misiles suministrados por Estados Unidos para ataques en territorio ruso.
“Es una locura lo que está sucediendo. Es una locura. Estoy en total desacuerdo con el lanzamiento de misiles a cientos de kilómetros en Rusia ¿Por qué estamos haciendo eso? Solo estamos intensificando esta guerra y empeorándola”, dijo Trump, elegido por Time ‘Persona del Año’.
Rusia pide no precipitarse
Según el presidente electo, “no se debió haber permitido eso”, en alusión al visto bueno que le dio a esos ataques la Administración saliente de Joe Biden.
En el Kremlin indicaron que Trump “entiende” lo que está escalando las tensiones en torno al conflicto.
Además, el portavoz de la Presidencia rusa llamó a no precipitarse con el pronóstico de la política exterior de Trump una vez que vuelva a la Casa Blanca.
“El tiempo lo dirá. Esperemos hasta que el presidente electo ocupe su lugar en el Despacho Oval”, insistió.
Ataques de represalia
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó este viernes un ataque masivo contra el sistema energético ucraniano como respuesta al lanzamiento esta semana por parte del enemigo de misiles de largo alcance estadounidenses ATACMS contra un aeródromo en el sur del país.
Se trata del cuarto ataque con ATACMS contra territorio ruso confirmado por las autoridades de este país desde mediados de noviembre, a lo que hay que sumar los ataques con misiles británicos Storm Shadow.
Kiev lanzó por primera vez estos misiles contra objetivos en territorio ruso el 19 de noviembre, a lo que Moscú respondió dos días después disparando el nuevo misil balístico hipersónico Oréshnik (Avellano) contra una fábrica militar ucraniana.