El Gobierno de Bolivia alista la extradición del ex jefe de la oficina antidrogas a Estados Unidos. Según informó, el ministro de Gobierno (Seguridad), Eduardo del Castillo, el proceso que involucra a Maximiliano Dávila, ex director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) podría realizarse en las próximas tres semanas.
“Ya ha culminado su proceso judicial en cuanto a la extradición. Ahora se están realizando las coordinaciones diplomáticas y esperemos que, en los próximos días, seguramente antes de Navidad, que el señor Dávila se encuentre en Estados Unidos”, informó Del Castillo en una conferencia de prensa en el Comando de la Policía Boliviana en La Paz. La semana pasada, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, dijo que iban arealizar las gestiones diplomáticas para que EEUU mande un avión para dar cumplimiento con la orden de extradición de Dávila.
El ex jefe policial es investigado en Bolivia por el supuesto delito de legitimación de ganancias ilícitas por el cual está detenido preventivamente en la cárcel de San Pedro (La Paz) desde enero de 2022. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) autorizó el 27 de noviembre su “extradición inmediata” por una investigación sobre tráfico de sustancias controladas.
Su abogado informó que presentarían recursos judiciales para evitar su traslado. “Solicitaremos una complementación y enmienda para que nos expliquen porque no conocemos los indicios, las pruebas que el Estado de Nueva York de Estados Unidos habría presentado a la Corte Suprema”, manifestó Manolo Rojas, abogado de Dávila, ante los medios.
El caso de Dávila genera repercusiones en Bolivia no solo por el cargo que ocupó y los delitos por los que lo acusan, sino también por las implicancias políticas de su caso. Dávila fue el último jefe antidroga de la administración de Evo Morales (2006-2019) y ocupó el cargo de director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico hasta la caída del Gobierno el 10 de noviembre de 2019. Antes había ocupado otros cargos de como director nacional de Inteligencia y en la gestión de Luis Arce, fue nombrado comandante departamental de Cochabamba.
Algunos actores de la oposición creen que había un vínculo cercano entre Morales y Dávila, un rumor que cobró fuerza cuando se difundieron fotografías de una celebración del cumpleaños del ex presidente, en octubre de 2019, en la que se al ex coronel. Sin embargo, Morales ha negado tener un nexo fuera del ámbito institucional, dijo que eran otros funcionarios los encargados de coordinar con él y que su presencia en el cumpleaños fue “cortesía” por “diplomacia”.
Acusación en EEUU
Dávila es requerido por la Justicia debido a una investigación de la Administración para el Control de Drogas (DEA) estadounidense llevada a cabo entre 2019 y 2020 que determinó que formaba parte de una red que exportaba cocaína refinada hacia Estados Unidos. Lo acusan por al menos seis delitos, entre ellos asociación delictuosa relacionado con narcotráfico y asociación delictuosa de portar armas, y puede recibir una sentencia de entre 20 años y cadena perpetua.
Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, manifestó anteriormente que existen indicios de que el acusado usó su cargo para transportar cocaína en aviones, a través de terceros países, para su distribución en Estados Unidos. En septiembre de 2020, Dávila fue acusado formalmente.
En enero de 2022 fue detenido en la localidad boliviana de Villazón, en la frontera con Argentina, a donde se presume que intentaba huir. Desde entonces guarda detención preventiva en una cárcel de La Paz por un caso de legitimación de ganancias ilícitas.
No es la primera vez que un jefe policial boliviano está involucrado en delitos de narcotráfico. Anteriormente otros policías fueron investigados por la DEA por su vinculación con redes internacionales de tráfico de drogas, como René Sanabria, Omar Rojas Echeverría, Óscar Nina y Gonzalo Medina.