Al menos 514 personas han muerto, entre ellas 92 civiles, tras seis días de la gran ofensiva liderada por la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante y facciones apoyadas por Turquía en el noroeste de Siria. Los rebeldes ya controlan amplias zonas de las provincias de Idlib y Alepo.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, desde el inicio de la ofensiva el 27 de noviembre, han muerto al menos 268 miembros de la alianza opositora liderada por la exfilial de Al Qaeda en Siria, el antiguo Frente al Nusra, y otros grupos armados proturcos aliados. Otros 156 soldados del Ejército del presidente sirio, Bachar al Asad, y de grupos armados afines también han perdido la vida en estos combates, en los que están interviniendo cada vez con más dureza los aviones de combate de Rusia.
En total, según el Observatorio, los cazas sirios y rusos han realizado un total de 420 bombardeos para frenar la ofensiva de los rebeldes. Los ataques que se han concentrado en Alepo y especialmente en Idlib, el principal bastión opositor en Siria, controlado de facto por el Organismo de Liberación del Levante.