El futbolista italiano Edoardo Bove protagonizó este domingo un escalofriante momento tras caer desplomado en pleno partido entre la Fiorentina y el Inter, suceso del que, por fortuna, no paran de llegar buenas noticias. Este lunes, horas después de los hechos ocurridos en el césped, el diario italiano La Reppublica desvela la exitosa recuperación del jugador.
Según fuentes citadas por el medio, el futbolista ha pasado la noche estable y ha amanecido en las mejores condiciones posibles. Además, está despierto, consciente, responde a preguntas y ha sido extubado después de comprobar que no hay daños cerebrales ni cardíacos.
Sobre lo ocurrido, ahora se apunta a un choque entre Edoardo Bove y Denzel Dumfries como origen del desmayo del jugador italiano. La jugada en cuestión, el golpe en el torso que sufrió pocos minutos antes de caer desplomado, pudo ser la causa que provocó pocos minutos después que entrara en parada cardiorrespiratoria en el Estadio Artemio Franchi de Florencia.
Allí, en el banquillo, mientras se ponía la nueva camiseta, ya comentó que estaba mareado al cuerpo técnico, según informan este lunes los medios locales.
Todo sucedió en apenas unos minutos. Del choque con Dumfries a su pérdida de conocimiento no hubo casi jugadas. Era el minuto 17 de partido cuando el Inter marcó gol. El argentino Lautaro Martínez aprovechó un pase largo del propio Dumfries y fusiló para marcar el primer gol del duelo. Sin embargo, el colegiado anuló el tanto para comprobar si el balón había salido por banda en el pase de Dumfries.
Mientras unos protestaban por dar validez al gol y otros por anularlo, Bove se agachó para intentar reponerse de su mareo. En un primer momento pareció que se estaba atando los cordones, pero un vídeo en redes sociales descubrió que estaba intentando coger fuerzas.
Se incorporó, todavía con el partido parado, y dio dos pasos antes de caer sin conocimiento delante del banquillo del Inter. Dumfries y Calhanoglu se dieron cuenta rápidamente. Sobre todo porque vieron cómo su entrenador, Simone Inzaghi, salía disparado desde el banquillo al campo a ayudar y resbalaba por el camino.
Danilo Cataldi, jugador de la ‘Fiore’, intentó evitar que se asfixiara con su propia lengua y, segundos después, llegaron las asistencias médicas de ambos equipos y las del estadio para tomar control de la situación. Allí, jugadores y cuerpo técnico formaron un círculo. Solo algunos salieron corriendo en busca de la ambulancia, pidiendo que entrara en el campo con inquietud.
Por protocolo, la ambulancia esperó en la esquina más cercana a la salida. Todo el material necesario estaba perfectamente desplegado junto al afectado. A los cinco minutos, ya terminados esos primeros auxilios, el vehículo salió dirección al Hospital Universitario Careggia de Florencia.
El partido quedó suspendido al momento, con los rostros de los jugadores expresando su preocupación y la mayoría del Fiorentina entre lágrimas.