Productores del café, argumentan que la necesidad de realizar las cortas del aromático se ha convertido en una odisea, esto debido a que han necesitado atraer corteros de este grano en países vecinos, donde personas de Nicaragua, Guatemala y El Salvador han tomado los trabajos que corteros hondureños no han aceptado por “exigentes”.
El representante del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé), Adilson Ávila, apuntó que “gente de países vecinos vienen a trabajar a nuestras fincas por ausencia de mano de obra voluntaria para trabajar, hay que animar a pagar buenos precios a los corteros e incitar a los jóvenes a hacer sus ingresos honrados en este rubro”.
“Eso tiene que ver que en la zona cafetalera haya internet, los jóvenes quieren tener comunicación con sus seres queridos, donde gente tiene que pernoctar toda la temporada y que tengan todos sus utensilios, pero lo importante es siempre sacar la cosecha”, acotaron.
Cabe mencionar que, un quintal de café se paga en cien lempiras, donde una persona ágil puede llegar a cortar unos cinco quintales por día.