El Parlamento de Nicaragua, dominado por el gobernante Frente Sandinista, ha aprobado este viernes una reforma parcial de la Constitución que otorga más poder al presidente Daniel Ortega, así como el de la Policía y el Ejército del país. La reforma fue enviada por el mandatario al Congreso el martes «con carácter de urgencia» y ha sido aprobada por unanimidad por los 90 diputados de la Cámara.
La reforma establece que la Presidencia coordinará a partir de ahora a los órganos legislativo, judicial, electoral, de control y regionales y municipales, y estará integrada por un copresidente y una copresidenta, elegidos mediante sufragio universal, igual, directo, libre y secreto, por mayoría relativa de votos.
La medida, que refunda el Estado al denominarlo «revolucionario» establece, además, que la Presidencia de la República sea la Jefatura Suprema del Ejército de Nicaragua, de la Policía Nacional y del Ministerio del Interior. Los legisladores han reformado 135 artículos de la Carta Magna de Nicaragua y derogado otros 38, incluido uno en el que se prohibía la práctica de la tortura.